15.8.07

Un encuentro

Con contratiempos y disculpas, completamente en una soledad epitomada, me encontraba en el café literario de la XX feria universitaria del libro. No sabía si era un invitado o des invitado, pero ahí estaba. Alexis Estrada extrañado un poco por mi visita, me invito a subir al podium este 13 de agosto un poco pasadas las 7 de la noche. No había nadie en el dichosos café, solo Enrique Rivas Paniagua nos daba la bienvenida al lugar dándonos una palmada en la espalda para que no desistiéramos, al exponer el tema “para disfrutar el jazz”.

Cuando asistieron cuatro personas, a Alexis le fue lo suficiente para iniciar la sesión, y entonces el intérprete de piano comenzó hablar de jazz sin importarle quien lo escucharía.

Habló de los inicios del jazz, del famoso swing y la improvisación que existe no precisamente como regla fundamental del jazz, sino como un sentimiento que brota del propio artista y que nosotros, como admiradores de la música, debemos apreciar. Y de ahí salieron las ideas, los recuerdos. Que aunque nosotros no vivimos los principios del siglo XX si pudimos adentrarnos un poco a ellos.

Nos remontamos por ejemplo, a la famosa banda de jazz “Dixiland jazz band” esa famosa banda de blancos que se ponía al tiro con las grandes bandas de jazz de negros, el ragtime de Scott Joplin con el que Alexis se puso a tararear el tema “entertainer”.

Se analizó “Summertime” y los dos expusimos anécdotas acerca de este tema. Entre disertación y platica el café se fue llenando. Sinceramente yo estaba sorprendido de cómo el público escuchaba lo poco que en ese momento sabíamos de jazz. Ahí fue donde Alexis presumió de excelentes temas musicales de Louis Armstrong, de Ella Fitzgerald, claro, con sus respectivos desordenes, ya que por falta de apoyo técnico a veces salía una canción por otra.

Por otra parte, la hora jazz, con la poca tecnología y preparación con la que llego para el encuentro literario, improvisó con su celular y puso el tema de Naima con los New york Ska Jazz Ensemble, en donde se trato de explicar que el jazz no pierde su sabor y originalidad por mezclarte con otros géneros musicales. Por ultimo, un amigo del buen Alexis, del que sinceramente no recuerdo su nombre, y el cual estuvo en toda la sesión callado, sorprendió al final con el tema de la caricatura “Los padrinos mágicos” en la que se deja notar un jazz excelente, que a veces no lo notamos pero esta ahí en una simple caricatura.

Al final se concluyo que el jazz estaba en cualquier parte, solo hay que prestar un poco de atención a nuestro alrededor para darnos cuenta de que ahí esta, y que a todos, en algún momento del día nos puede llegar alguna sincopa musical. Por lo tanto no podemos decir que no escuchamos jazz, no podemos negar que no nos gusta el jazz, y que para sentirlo solo hay que dejarnos llevar por la música y poco a poco el jazz llegará a nosotros para poderlo disfrutar cada día más.

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